Con un Pumarín hasta la bandera, el Unión Financiera Baloncesto Oviedo suma su decimocuarta victoria y deja sellada matemáticamente, el principal objetivo: la permanencia. El equipo de Carles Marco supo manejar los nervios y lograr reforzar los puntos débiles del equipo para sobreponerse a un Actel Força Lleida que no puso las cosas
nada fáciles. Así pues, el OCB se coloca, tras la derrota del Peñas Huesca, tercero en solitario
con un balance de 14 victorias y 8 derrotas.
El partido comenzó con los dos equipos mostrando sus cartas desde el primer momento. Los hombres de Carles Marco disfrutaban de un buen acierto exterior, mientras que el equipo catalán combinaba de buena forma el juego interior y exterior. Al igual que ocurriese en el encuentro de la primera vuelta, las transiciones rápidas eran las grandes protagonistas y quién no llegase a las ayudas, saldría perjudicado. Avanzaba el reloj y ningún equipo lograba
despegarse en el marcador, dando lugar a numerosos intercambios en el luminoso. Al término del primer cuarto, 18-16. Manda el OCB, con un gran Mario Cabanas protagonista en los rebotes.
El entrenador del equipo asturiano pedía calma a los suyos al comenzar el segundo cuarto. Los de Joaquín Prado presionaban a toda cancha al Unión Financiera Baloncesto Oviedo tratando de ahogarles en ataque, pero el marcador seguía siendo muy parejo. El juego físico parecía gustar al Actel Força Lleida y las faltas caían por ambos lados. El cuarto estaba siendo muy trabado, con una anotación muy baja, las defensas eran vitales. Un empujón final del
equipo asturiano, embalados por un Pumarín lleno a rebosar, amplió la diferencia con la que se fueron al descanso, 33-26.
Arrancaba la segunda parte y al Actel Força Lleida, solo le bastaba arrollar sobre el parqué. Por ello, los de Joaquín Prado salieron más enchufados, pero no tardó el OCB en reaccionar y volver a poner tierra de por medio. Sin embargo, dos acciones consecutivas de Lleida devolvió al conjunto catalán al partido, 38-35 a falta de seis minutos. Lleida se negaba a renunciar tan fácilmente al partido y tras dos tiros libres de Herun, la igualdad volvía al
luminoso. Todo parecía indicar, una vez más, que el partido no sería apto para cardíacos, al final del tercer cuarto, 48-44.
Comenzaban los últimos diez minutos en Pumarín y el partido estaba aún por decidir. Los visitantes sabían lo que se jugaba y aumentaba la presión al máximo, celebrando cadacanasta como si fuera la última. Andrés Miso seguía sumando puntos, cogiendo el timón del conjunto azul. A falta de seis minutos, un robo de Diego Sánchez y la posterior canasta deZaid Hearst, ponía al Unión Financiera Baloncesto Oviedo 5 cinco arriba, 55-50.